domingo, 30 de diciembre de 2007

anticuarios

niños y niñas, ¿cómo va el frío? ¿bien? aquí acabamos de superar los 35 grados, y subiendo. se prepara un fin de año de infarto con el sol en lo alto, el calor entre los pantalones y el sudor entre las neuronas. hoy paseamos bien paseados. atravesamos la calle defensa. ¿y qué sucede con esa calle los domingos? ¡feria! la calle defensa tiene como unos 1.300 números. pues, feria 1.300 números. paraditas de anticuarios de todos los colores, gustos y pesadillas, porque algunas piezas son pesadillas, aquéllas con las que gustábamos jugar de chicos, y que ahora nos recuerdan la infancia como con nostalgia de apisonadora. que el tiempo pasa, ¡si pasa, ché! ¡vimos incluso a un vendedor ambulante vendiéndole el periódico a un taxista! vaya lujo. en españa los limpiacristales ni se acercan a los taxistas... esta mañana vimos tango, vimos mercado, mercadillos, gramófonos, máquinas de coser, de fotos, una preciosa cámara de vídeo de los setenta, monedas de franco, camisetas, estatuillas de acá y de allá, ropa, ropísima (los domingos no hay canje en targeta, ¡boludo!), fruta, gominolas, garrapiñadas, baldosas, rastas, luces, farolas, tentenpiés, colecciones de tomoylomo, y un largo etcétera como larga la calle es.

NOTA. un tal salvador nos hizo un retrato a mano a los dos. cuando lo veáis ya sabréis quien se parece a quien... ¡un placer! son de esos detalles de viaje que no valorás entonces, pero sí para siempre.

tras la feria y los pies hinchados, rojos, hechos blandiblú, vamos, comimos de pasada cerca de la plaza de mayo (sin demasiado entusiasmo, porque los domingos todo cierra y no hay demasiadas elecciones), nos pusimos en un colectivo vía recoleta. este es el barrio donde habita el cementerio más famoso de la ciudad, entre otras cosas por la majestuosidad de sus lápidas (casi todas de la aristocracia argentina, esa simpática tribu urbana que no creo que viviera en el centro de la ciudad), sus parques alrededorísticos, y porque allí, hoy, está enterrada una tal evita perón duarte. para quien no lo sepa, es la que interpretó madonna en el cine. pues aquí estaba la de verdad, con toda su familia. sin embargo, hay que ver: demasiados muertos viven mejor que muchos vivos. afuera estante, le compramos una estatuílla-imán a un tal manué, hechas con las propias manos de sus hijos, por cuatro chabos. ¡mucha miseria, señores! ¡mucha!
por cierto, volvimos en colectivo. empezamos a dominar el tema, aunque siempre nos vale un número diferente de pesos (ciertamente, a ser posible, acabado en "par"). estamos hechos polvo, tenemos sueño, no tenemos hambre, mucho calor y el fin de año a la vuelta de la esquina. esperamos decididamente no añadir a la lista de sucederes el síntoma: resaca. gracias. buenas noches. buenas fiestas. hago notar que aún no hemos conseguido ver la luna. ¡viva el hemisferio sur! chaw

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