avenidas

tenemos los zapatos rotos de tanto andá, víte! rotos de verdad, troncos. ¡mira, una avenida! ya, ya, "otra" avenida, querrás decir. una, dos, tres, cuatro, cinco... pueso eso, los zapatos (y los pies) destrozaos! desde el puerto madero hasta la avenida corrientes (llena llenita de teatros, contamos unos doce), la avenida 9 de julio, que no sé cuántas cuadras tiene ya, pero nunca llegábamos al hostel (más de 9 carriles de autos por banda)...

lo primero de todo fue llegar al aeropuerto, y salir de él con la nariz pegada a un olor, qué sé yo, entre marítimo, seco, agrudulce y húmedo que te cagas. no encontramos aún adjetivo ni adverbio. es como ponerle olor al viento. por cierto, mucho viento. cris casi se me escapa...! y no problemos. la gente es muy educada. los autos, no. está todo un poquito destrozado, y conviven gentes muy dispares en un mismo salón de calle: existen los que hacen la competencia a los basureros, que recogen papeles, cartones, por ahí en mitad de la nada y luego barren con escoba y todo para dejarlo tal y como lo habían encontrado. increíble! luego están los perreros, que se dedican a pasear multitud de perros por la calle, algo inaudito. también están los pijillos y pijillas, pero más o menos todos son iguales... y todo es muy barato o barato. el euro son 4 y medio pesos. sin problema. os queremos, la experiencia es única. un amor, sin precios, una ciudad encantadora, demasiada gente (15 millones), estamos esperando que nos dejen ir a los sitios prohibidos, los chungos, pero no iremos. estamos encantados, porque siso, nuestro colega, se porta, y se porta muy bien. un encanto. la cerveza es mejor en españa. la carne, casi. ¡vaya empanadas! ¡insuperables!

nota. carmen, envíanos la dirección de tu blog. chaw